Hace ya un mes de la inauguración de las nuevas oficinas de NAYAR SYSTEMS en la avenida Casalduch 9. Los últimos retoques ya están terminados, y todo el personal está listo para comenzar el traslado a su nuevo y flamante lugar de trabajo.
Participar en la construcción de uno de los centros tecnológicos más punteros a nivel nacional en materia de INTERNET OF THINGS, aquí, en Castellón, ha sido una gran experiencia tanto profesional como personal. Se trata de un edificio que marcará un antes y un después en la ciudad de Castellón y pronto todos podremos comprobarlo.
Fotografía de Jose Ramón Gándara
Cuando recibimos el encargo, nos encontramos ante un emblemático edificio del siglo XX, diseñado por Francisco Maristany i Casajuana. Me enorgullece como técnico poder intervenir en un edificio diseñado por un arquitecto como Francesc Maristany, autor entre otros del edificio que alberga el Casino Antiguo en la Puerta del Sol y nombrado posteriormente arquitecto municipal de Castellón.
Se trataba de un edificio en estado de abandono, pero con una presencia e historia detrás que necesitábamos mantener y respetar. La ciudad de Castellón se merece conservar más fachadas antiguas, independientemente de su valor histórico, ya que el mayor coste económico se amortiza en imagen, representatividad y en un producto más exclusivo. Desde el principio tuvimos claro que el diseño actual del nuevo edificio se debía articular en torno a la fachada histórica protegida. Sus espacios, los materiales empleados vienen determinados por este hecho fundamental. Se trataba de generar un compromiso entre un edificio histórico y la innovación de una empresa puntera como NAYAR SYSTEMS.
Un año y medio han durado las obras. El reto de mantener una fachada protegida vaciando el edificio en su interior no era tarea fácil, pero una vez visto el resultado, podemos decir que fue una gran decisión. El diseño pone en valor la preexistencia mediante la búsqueda de contrastes: una composición clásica con predominio de masas sobre huecos que transmite imagen de solidez frente a nuevos volúmenes de lenguaje contemporáneo resueltos mediante una piel de vidrio que transmiten una imagen liviana.
Cinco plantas (dos de ellas conectadas con un tobogán) un sótano y una azotea componen estas nuevas oficinas que facilitan la posibilidad de seguir haciendo crecer la plantilla durante años. La distribución es diáfana y luminosa, pensada para fomentar en todo momento la comodidad, el bienestar colectivo y la inspiración. Conviven espacios abiertos y compartidos, como la azotea o el sótano donde los trabajadores puedan moverse, relajarse y relacionarse libre y distendidamente, y espacios de trabajo confortables y adaptados a las necesidades de cada departamento.
Desde EDUARDO GIL ARQUITECTURA ha sido todo un orgullo poder participar en un reto tan emocionante como este. Castellón tiene capacidad para hacer cosas grandes, y un edificio como el de NAYAR SYSTEMS es la prueba de ello. Esperamos que disfruten de su nuevo edificio y que sigan trayendo buenas noticias a la ciudad.
