Ibiza
2024
Ubicada en el entorno natural de la costa ibicenca, esta vivienda unifamiliar se implanta sobre una parcela en pendiente, entre pinos y vegetación autóctona, con orientación y vistas privilegiadas hacia el mar Mediterráneo. El proyecto nace del diálogo entre el paisaje y la arquitectura, buscando una integración respetuosa y una lectura contemporánea del lenguaje local.
La vivienda se organiza en distintos niveles que acompañan la topografía, resolviendo el programa funcional mediante volúmenes diferenciados. El uso de muros de piedra seca en planta inferior, combinados con planos blancos de acabado continuo en planta superior, establece una clara lectura de estratos, al tiempo que vincula la arquitectura con los sistemas constructivos tradicionales de la isla.
El acceso se produce de forma ascendente, a través de una secuencia de rampas y escaleras que introducen al usuario en un recorrido entre muros, vegetación y aperturas estratégicas. En el interior, los espacios principales se abren a la luz y al paisaje mediante grandes huecos protegidos con lamas de madera, aportando control solar y privacidad. La relación entre interior y exterior se potencia a través de terrazas, patios y una piscina longitudinal que acompaña el desarrollo de la vivienda en su fachada más expuesta.
La elección material —piedra, madera, vidrio y morteros de cal— responde a criterios de sobriedad, durabilidad y coherencia con el entorno. Cada elemento constructivo se ha resuelto con precisión, cuidando texturas, proporciones y detalles, buscando una arquitectura serena y atemporal.
Año de construcción: 2024
Arquitectura: EDUARDO GIL + CEL RAS
Fotografía y video : Paula Martínez
